NO es culpa de la guerra/invasión de Ucrania que la inflación en España esté por las nubes. El gobierno vuelve a excusarse en la “isla energética” aun cuando en el caso particular de España ocurre todo lo contrario. Prácticamente no importamos gas ruso y tenemos más capacidad de regasificación que otros países como Alemania o Austria, también afectados por el mismo conflicto.

Tanto la inflación total como la subyacente son mucho mayor a la de nuestros socios. Países como Portugal, que comparten proveedor de gas con España, tienen una inflación total del 17% menos que nuestro País y, al de Alemania, la economía más afectada por el enfrentamiento. El país germano tiene una inflación subyacente un 29% menor que nuestro País.

Nos siguen contando que nuestra inflación es “ocasionada” por la guerra, el petróleo o el gas. Los que nos gobiernan nos cuentan milongas. Las circunstancias actuales podrían hacer que subiesen una o dos del total de las energías, pero no todas a la vez ni de manera continuada. Mucho menos si la cantidad de dinero es la misma. Es más, si las cuantías en la economía siguen siendo las mismas, el precio de otros bienes caerían al subir el coste del gas o el petróleo, entre otros.

Los precios de los bienes y servicios que consumimos a diario se han encarecido entre un 20% y un 30%. ¿A qué se debe? Al incremento continuado de la inflación subyacente (excluidos precios de energía y alimentos) desde julio de 2021 con un IPC total del 8,4%.

¿Cuál es la conclusión a la que se llega observando esta tendencia? Ni la subida de precios del gas o el petróleo, ni tampoco la invasión/guerra de Ucrania tienen que ver inflación tan desproporcionada que estamos sufriendo en España.

¿Cuáles son los motivos reales de esta altísima inflación?

España, especialmente durante los dos últimos años, se ha convertido en el país de la Eurozona con mayor consumo de reservas monetarias, comparado con otros con los que comparte moneda y presentan riesgos similares.

Mayor déficit de la UE en 2020, deuda adicional en el 2021 y un plan anti-crisis presentado por el Gobierno que empeora el déficit estructural y el factor de consumo de reservas monetarias masivamente.

¿Qué genera mayor inflación? Disparar el gasto público financiado con deuda. Todo el plan aprobado por este Gobierno el pasado jueves, aumenta el gasto en más de 10.000 mil millones de euros incluida una más que sorprendente partida de 1.200 millones destinada al Ministerio de Igualdad.

Así, la propuesta de deflactar los impuestos a la inflación no debería ser debate, sino norma. Deflactar no es bajar impuestos, pero no deflactarlos sí es subirlos.

Deflactar consiste en eliminar de un valor monetario los efectos producidos por los cambios en los precios (inflación). Por lo tanto, el objetivo sería convertir una magnitud medida en términos nominales en otra expresada en términos reales. Hay que actualizar los impuestos a la situación real para que los ciudadanos no sigan perdiendo poder adquisitivo.

¿Cómo debería actuar el Gobierno Español?

Mientras arranca el Plan Nacional de Respuesta al Impacto de la Guerra anunciado por el presidente del Gobierno, el Ejecutivo pretende amortiguar el impacto en el consumidor. Para ello aboga por «desacoplar» el precio del gas al de la electricidad en los mercados mayoristas.

Por ahora, se prorroga hasta el 30 de junio la rebaja de impuestos vigentes para que baje el recibo de la luz, los descuentos adicionales del bono social y las ayudas para los consumidores industriales. Se seguirá con la rebaja del IVA, del 21 al 10%, la suspensión del impuesto sobre generación del 7% y la bajada de la contribución especial eléctrica del 5,11% al mínimo legal del 0,5%.

El recibo de la luz es uno de los que más está ahogando a las familias. En estos últimos días se han enfrentado a horas con el megavatio/hora a 500€, llegando a alcanzar los 700€ en algunas franjas del día.

Adicional a estas medidas se va a compensar a las constructoras los sobrecostes por la inflación en las obras y se ha convocado una subasta extraordinaria de renovables con el fin de cubrir aquellos frentes en los que el mazazo de la inflación es mayor: industria, construcción, hogares y mercado energético.

Medidas que se han puesto encima de la mesa con la intención de frenar la desmesurada inflación que está empobreciendo los españoles, que podría terminar ahogándolos y que, lejos de ser verdad, poco o nada tienen que ver con el conflicto que se está viviendo en territorio ucraniano.