Llevamos dos semanas hablando de cómo ahorrar – invertir con seguridad a través de unas pautas básicas y sin poner en riesgo nuestro dinero. La semana pasada nos centramos concretamente en aspectos como:

  1. No existe producto perfecto pero que a través de una planificación financiera correcta vas a poder pedirle a tu dinero todo lo que quieras: disponibilidad, superar la inflación, una fiscalidad ventajosa y que el dinero trabaje en pos de tus intereses, pero en el momento que se debe pedir, en el horizonte temporal adecuado, sólo tienes que repartir el dinero en el tiempo.
  2. El dinero per sé no sirve para nada, es un vehículo para alcanzar tus metas personales y profesionales., has de identificar tu para qué y con quién.
  3. Es más que recomendable hacer aportaciones extraordinarias con la liquidez adicional que vamos obteniendo pero sin tocar el colchón de emergencias.
  4. Y tener una visión de largo plazo, vino de reserva vs tempranillo, no sólo como elemento de seguridad sino también de rentabilidad porque a más de 10 años cualquier serie histórica es positiva.

 

Y también enumeramos algunos ases de la baraja en lo que hoy profundizamos:

 

a ) Sector asegurador y su vehículo de inversión unit linked o pias. Desde el 2012 y el rescate del sistema bancario español nos desligamos del mismo. Nos sentamos un día el equipo y decidimos que el canal a través del cual íbamos a canalizar el ahorro e inversiones de nuestros clientes iba a ser el asegurador porque:

1.- Había resistido estoicamente la crisis de las hipotecas subprime sin sucumbir.

2.- Su organismo de garantía, el Consorcio de Compensación de Seguros, no pone límites de cuantía ni de producto a diferencia del Fondo de Garantía de Depósitos, sólo 100.000€ y cuentas corriente así como depósitos.

3.- A diferencia del sector bancario, las entidades aseguradoras no corrían el riesgo de impago de los préstamos, y la mora existe y más cuando las economías entran en ralentización o contracción.

4.- Sus productos de ahorro – inversión tenían una serie de ventajas fiscales inter vivos como mortis causa que ayudaban a nuestros clientes y a sus herederos a reducir la factura con hacienda.

 

  1. b) Las aportaciones periódicas y su efecto promediación del “dollar cost average”. Todo es cíclico, como las olas del mar, un sube y baja que a veces es más pronunciado y otras más suave, y si en vez de entrar en el mercado de una sola vez a tropel, entras poco a poco, evitarás el riesgo de entrar en un momento demasiado alto, y en cambio estarás en todo el tramo de la curva, obteniendo una mayor estabilidad para tu inversión.

 

  1. c) La diversificación por zonas geográficas y temáticas. Al igual que hay ciclos que terminan o se agotan, otros irrumpen con fuerza para quedarse una larga temporada. Fíjate hacia donde se encamina el mundo de forma estratégica (salud – covid, tecnología – inteligencia artificial, energías verdes) y táctica (financiero por la subidas de tipos de interés); y deja a un lado las falsas quimeras y modas efímera.

 

  1. La protección de los metales de inversión como el oro y la plata. Hay 4 activos refugio por excelencia en el mundo: el bono americano, el bono alemán, el dólar y el oro. El oro desde los acuerdos de Basilea III donde se les impuso a las entidades bancarias unas nuevas exigencias de liquidez y solvencia para evitar el desastre que había ocasionado con las hipotecas basura, fue catalogado con el máxima grado de seguridad “tier 1”, equiparable al dinero en efectivo. De hecho no sólo es seguro, sino que además estable, fluctúa en los mercados en función de la oferta y la demanda, y la demanda siempre está por encima de la oferta como en estos momentos en un 7%, ostentando una rentabilidad media anual del 6- 8% anual.

 

  1. La compensación de minusvalías con ganancias en pos de un beneficio fiscal. Una pérdida la puedes compensar con una ganancia. De hecho la consigues compensar a razón de 25%/año durante 4 años. Y hay un dicho, “que la última peseta sea para otro”,  puede que sea el momento de hacer caja por el recorrido que lleva una de tus inversiones antes de que se de la vuelta la trayectoria; y esa inversión maltrecha puede que no sea corregida por el mercado, pero sí minorada por los impuestos que dejas de pagar, Hacienda es en estos momentos es insospechadamente tu aliado por una vez en la vida.

 

  1. Los distintos tipos de gestión de renta variable: growth y value. Unos prefieren invertir en función de las expectativas futuras de beneficios (growth) y otros en función de sus beneficios actuales; pues todo tiene su momento, en momentos de crecimiento del mercado lo más adecuado es montarse en el carro de Míster Growth, pero cuando vienen mal dadas, lo suyo es cambiarse a Míster Value, porque éste va hacer un análisis de fundamentales (balance de situación, cuenta de pérdidas y ganancias, cash flow, deudas…) y buscar de forma oportunista aquellas empresas cuyo valor contable es inferior a su valor de cotización.

 

  1. La descorrelación de los mercados con productos de participación en beneficios y capital garantizado. Son productos donde el ahorrador – inversor traslada el riesgo de la inversión a la entidad, es la entidad la que invierte el dinero por su cuenta y riesgo. Ésta le da por escrito una serie de valores garantizados a sus clientes, y mejora dichos valores una participación del 80-90% en los beneficios que obtiene realizando las inversiones. Un rara avis del mercado, quedan pocos, pero el que busca encuentra.

 

  1. La mayor estabilidad que dan los binomios estructurados. Una parte de la inversión tiene una remuneración fija y pre-establecida con lo que no va a tener oscilaciones por los mercados financieros, ni por las políticas monetarias de los bancos centrales ni por los resultados empresariales; y otra que sí va a oscilar en función de algún índice, fondo de inversión o acciones. El 50% de la inversión podemos decir que es cierta, que no es decir poco con los tiempos que corren.

 

  1. Y no me puedo olvidar de mi as en el manga, el crowdlending, esa integración hacia delante de los particulares. Eliminamos al banco como intermediario y somos nosotros mismo y no éste, quienes nos convertimos en acreedores de terceros vía préstamo personal o hipotecario, y no lo hacemos de cualquier forma, sino con todos los mecanismos de defensa: seguro de vida, seguro de protección de pago, pacto de recompra de deuda en caso de impago y financiación por debajo del 100% del precio de lo que compra.

 

 

Malgastar tu dinero no sólo es vivir por encima de tus posibilidades y endeudarte, también es dejarlo perecer en la cuenta corriente consumiéndose por la inflación.

 

Al igual que usar un cuchillo conlleva sus riesgos si no lo haces correctamente, si inviertes usando las premisas que hemos visto en 3 semanas todo va ir a bien; y si lo ves muy complicado para ti pero quieres hacerlo por  que tu dinero se ahoga, sólo tienes que enviarme un whatsapp al 607470782 y gustosamente lo haremos juntos.

 

Un saludo

 

José Manuel Marín Cebrián – El Robin Hood de las Finanzas.

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