Casi la mitad de los españoles reconoce que su nivel de educación financiera es muy básico, algo que repercute directamente en la toma de decisiones cotidianas tales como entender una nómina, ahorrar, o realizar una inversión.  Y por tanto afecta a la tipología de producto que suele usar a la hora de ahorrar e invertir: productos de índole conservadora como depósitos, plazos fijos o en el mejor de los casos cuentas remuneradas; pero hoy no escribiré sobre rentabilidad, plazos temporales e inflación, hablare de seguridad.

El perfil del ahorrador/inversor español es conservador o prudente, y dicho esto, hay que hablar de 3 pilares fundamentales a la hora de acumular o rentabilizar un capital: la seguridad de sector, la seguridad de entidad y la seguridad de producto:

  1. En cuanto a seguridad de sector, tenemos 2 opciones para decantarnos: el sector bancario o el sector asegurador. Si echamos la vista para atrás sólo cabe recordar lo que ocurrió en España en la pasada crisis del 2008 donde el sector asegurador salió indemne y sin precisar de ninguna ayuda estatal para pasar el mal trago, mientras que el bancario tuvo que ser rescatado e inyectarle una cantidad cuanto menos sonrojante para salir hacia adelante. También es interesante comparar el mecanismo de defensa del sector bancario, Fondo de Garantía de Depósitos, que es una defensa por documento identificativo fiscal y persona hasta 100.000€ de sólo los capitales en depósitos y cuentas; frente al Consorcio del sector asegurador, sin límite en cuanto a producto ni cantidad.

Así, una vez decantados por el sector asegurador por estas dos sencillas aclaraciones,  el siguiente paso es saber si la entidad con la que contrataremos es merecedora de nuestra confianza.

  1. En cuanto a seguridad de entidad, precisa hablar del riesgo de solvencia:

Una empresa es solvente si el valor de todos los bienes y derechos (activo) es suficiente para cancelar todas las deudas y obligaciones (pasivo) que ha contraído. Por tanto, es recomendable depositar nuestra confianza en entidades, con solera, grandes y especialistas en el ramo de ahorro/inversión cuyo activo sea muy superior a su pasivo. Un dato interesante, el valor de los bienes y derechos del sector asegurador es más del doble que sus deudas y obligaciones, un 241%, y la solvencia de la banca española es la peor de la UE 11,4% a finales del año.

  1. Y finalmente sobre la seguridad de producto, es adecuado distinguir entre garantía y seguridad, y añadirle el significación de riesgo de liquidez:

¿No sé si recordarás las campañas de los pagares de la entidad “Nueva Rumasa” al 7%….? Es vehículo de ahorro/inversión era muy atractivo por su rendimiento y tenía la garantía de entidad (al final resulto ser leche y vino), pero ¿eran seguros?. No es necesario que la entidad que ponga por escrito y te jure y perjure que te devolverá tu capital, hay otros mecanismos que en otro momento desarrollaremos unidos a los de éste para que tu opción a elegir sea segura. De hecho no es sólo importante que la entidad tenga fondos para devolverte tu capital sino que el propio producto sea lo suficientemente líquido, que haya personas que lo quieran tanto para comprar como  para vender, que funcione la ley de la oferta y demanda, para que no pase como con los sellos o las participaciones preferentes del sector bancario… había personas que querían vender su producto de ahorro/inversión pero no compradores interesados en esa opción con lo que… no se podían vender a un tercero y por tanto el capital estaba prisionero, o se hacia pero a un precio muy por debajo de lo que habían comprado.

Así, el sector asegurador con sus entidades especializadas en ahorro/inversión son la mejor alternativa para tus ahorros e inversiones por seguridad de sector y entidad, la seguridad del producto la vas a marcar tú con la paridad riesgo – rentabilidad así como el horizonte temporal que manejes para tus objetivos.

 

“El dinero es cobarde, es el primero que huye cuando ve que las cosas van mal”