Ríos de tinta se han escrito sobre cómo ha afectado el covid a todas las economías del mundo, no sólo sobre las consecuencia económicas sino también de la forma gráfica de la recuperación, que si “V”, que si “W”, que si “K”…; y más allá de las consecuencias cortoplacistas, una caída de los mercados del 35% y su posterior enmienda, ya estamos padeciendo los efectos secundarios de los medicamentos aplicados.
Las políticas expansivas de los Bancos Centrales y las ayudas de los Gobiernos nacionales tienen como consecuencia un sobreendeudamiento que en el caso de España ya sobrepasa el 125% de PIB… y adicionalmente una política monetaria expansiva siempre tiene una tendencia alcista de la inflación. En este caso estamos de record, tanto en la Unión Europea como en su locomotora alemana con tasas por encima del 3%… fruto de los problemas de abastecimiento en la oferta de productos-servicios y una demanda muy alegre, hasta el punto de que muchos han llegando incluso a hablar de la vuelta de los “felices años 20” por su enérgica reactivación.
Es importante recordar que la función principal de los Bancos Centrales es la contención de la tasa de inflación entorno al 2%, y ahora lo que les queda es una subida de tipos para contenerla. Subida de tipos que aunque no sea inminente todos sabemos que va a llegar a regañadientes, porque no se quiere desincentivar la inversión así como la creación de empleo; y tampoco podemos olvidar que si suben los tipos… la financiación o refinanciación de la deuda emitida para salir de esta crisis sanitaria y económica se encarecerá aumentando las necesidades de liquidez de los Estados.
Pues ese endeudamiento público, esa inflación del 3%, más una futura subida de tipos, provoca que la renta fija soberana sea una opción de inversión peligrosa para los intereses de lo ahorradores e inversores; obligándoles a posicionarse sobre renta variable para salva guardar su poder adquisitivo. Y la pregunta es… ¿en cual? Porque las ultimas medidas del gobierno chino desaconsejan entrar en este territorio y ya se oyen ecos del sobrecalentamiento del mercado americano. Si jugamos al descarte, nos queda el mercado europeo, retrasado con respecto al americano en cuanto a la recuperación de la caída provocada por el covid; así como en vez de llevar a cabo una sólo una diversificación geográfica, unir una sectorial, apostando por las megatendencias: salud, tecnología y sostenibilidad.
Pero claro, se nos antoja que tener solo dos opciones de inversión: Europa y megatendecias son escasas; con lo que unimos el activo refugio por excelencia del mundo, el oro y su prima la plata, que evidentemente ante la escasa rentabilidad del bono americano y alemán van a ser las estrellas invitadas de la fiesta de la rentabilidad ya no sólo por su seguridad sino por sus perspectivas revalorizaciones presentes y futuras.
La ciega confianza en el sistema capitalista puede darte algún susto, protege tu patrimonio de forma inteligente con metales de inversión para batir la inflación y huir de las oscilaciones de los mercados.
Si no sabes dónde, cómo, cuál y cuánto oro – plata comprar, ponte en contacto conmigo y te asesoraré no solo con esto, sino también a revisar tus posiciones de inversión y protegerte de la tormenta perfecta que se está armando.
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