La pandilla de los banqueros bailan a la par la sintonía de la subida de tipos al son de los 50 puntos básicos como diría Lope de Vega, “Fuente Obejuna todos a una”; siendo la guinda del pastel 2022 las reuniones de la FED y el BCE de la semana pasada. Ambos siguiendo la estela de los bancos centrales de Australia, Canadá, e Inglaterra llevaron la enésima subida de tipos, la séptima en Usa y la tercera en el viejo continente alcanzando las cifras de 4,5% y 2% respectivamente los tipos directores.

 

La fiebre de la inflación remite, los tratamientos están dado resultado y el empleo que es último de los indicadores de la situación de las economías aún resiste estoicamente con lo que aún les da alas a como dijo abiertamente la Sra Lagarde, “a seguir subiendo los tipos de 50 en 50 puntos básicos durante un periodo de tiempo…”, ¡vamos!, que de bajadas en el 2023 nada de nada, siendo la protagonista de la semana, la nueva dama de hierro.

 

Y los mercados se lo han tomado como un jarro de agua fría, no por la subida sino por las declaraciones, dice el refranero español… “que valgo más por lo que callo que por lo que digo”… y lo que no se pueden permitir decir los bancos centrales es que es insuficiente lo que hacen… y que por eso de vez en cuando algún banquero tiene una salida de tono no esperada con un discurso más restrictivo porque no se pueden permitir que en plena escala de tipos y reducción de masa monetaria así como de potencial recesión…  que los mercados suban porque sería incoherente.

 

Con lo que el S&P500 pierde un -2,21%, el Euro Stoxx 600 un -3% y mi amado (y refugio) Ibex35 entorno al -1,5%; eso de… mano de hierro con guante de terciopelo se le olvidó a Lagarde, echando por tierra posiblemente el tradicional y llamado Rally de Navidad. El mes de diciembre suele ser un mes alcista en las bolsas por:

 

  1. a) Por las desgravaciones fiscales al final del año: las aportaciones a los planes de pensiones.
  2. b) Por conseguir los objetivos que tienen los brokers.
  3. c) Por los intentos de “maquillar” los valores al cierre de las cuentas anuales.

 

Pues me da la sensación, de que los inversores este año están deseando coger vacaciones tras un convulso, ambiguo y volátil 2022, un respiro para tomar fuerzas para el incierto 2023, un año en que la inflación será de nuevo la actriz principal de la película “Con finanzas y a lo loco”.

 

 

 

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